martes, 1 de julio de 2008

Lockheed HC-130

A pesar de que pasaron cuatro décadas desde que la USAF desarrolló sus especificaciones originales de diseño. Sin embargo, sigue en producción. Es uno de los aviones más utilizados por muchas fuerzas de defensa, ya sea ejércitos, aviación o marina. Ha participado en prácticamente todos los conflictos bélicos que se han sucedido alrededor del mundo desde que comenzó su producción, demostrando en todos que sus cualidades siguen intactas cualquiera sea el modelo utilizado. A pesar de todo esto, es uno de los aviones que permanecen muchas veces en la sombra, eclipsados por veloces y esbeltos cazas.

A la pregunta ¿que avión reúne todas estas características?, sería difícil encontrarle otra respuesta que no fuera: el Lockheed C-130 Hércules.

Desde que el primer transporte táctico STOL C-130 voló, la calidad de su diseño se ha puesto de manifiesto en su gran capacidad de adaptación. Por primera vez un avión de transporte combinaba las ventajas de un piso de carga a la altura de la plataforma de un camión, un tren de aterrizaje suave para poder operar sobre pistas no preparadas, cabina presurizada, depósito integrado de gran capacidad para aumentar su alcance, perfecta visibilidad para la tripulación, motores de turbohélice y unas extraordinarias capacidades de aterrizaje y despegue corto.

El C-130 lleva un nombre que puede sonar pretencioso, pero al ver su historia y sus características, casi parece humilde. Es el caballo de tiro de casi todos los organismos de defensa de muchos países, siendo complementado por otros sistemas, pero superado por ninguno en versatilidad, carga y otras características básicas para este tipo de aeronaves. Capaz de aterrizar y despegar desde pistas cortas, toscas y sucias, es un excelente carguero y se usa para muchos otros propósitos, desde ambulancias voladoras hasta cañoneras, tanqueros, bomberos o viligantes del clima. Hay más de 40 versiones y subversiones del C-130, que es usado por más de 50 naciones alrededor del mundo.

El modelo de producción inicial fue el C-130A, con cuatro turbopropulsores Allison T56-A-11 o -9. Se ordenaron un total de 219; las entregas de la compañía comenzaron en diciembre de 1956. Posteriormente, se desarrollaron los C-130B, que usaban turbopropulsores Allison T56-A-7; el primedo de los 134 que se pidieron entraron en servicio para la USAF en abril de 1959. Los C-130B fueron usados por la Guardia Aérea Nacional y la Reserva de la Fuerza Aérea en operaciones de lucha contra el fuego; además seis de ellos participaron en 1961, luego de modificaciones, en tareas de recuperación de satélites espías clasificados en Hawaii.

Además de sus usos militares, el C-130 es también símbolo de muchas causas humanitarias: en vuelos a través del mundo ha lanzado desde sus bodegas comida, vestimenta y otros enseres a poblaciones durante catástrofes como inundaciones o terremotos, y ha permitir dejar médicos, enfermeras y equipo médico además de permitir la evacuación de víctimas. Ha participado en la lucha contra grandes incendios; también ha llevado grandes maquinarias a remotar áreas, lo que ha permitido la construcción de autopistas, búsqueda de petróleo, etc.

A través de su dilatada carrera militar ha tenido numerosas mejoras y los modelos no han dejado de surgir remotorizados, remodelados, con mejores equipos electrónicos, etc. El último modelo que ha surgido es el H, cuya compra en gran escala ya ha sido aprobada por el Congreso de EEUU para reemplazar al modelo E, que se estaba quedando viejo. Las necesidades estadounidenses de llevar en poco tiempo a mucho equipo en personal a lugares lejanos o inaccesibles como Panamá o el Golfo Pérsico no han hecho más que reforzar la necesidad de poseer grandes cantidades de buenos transportes. A pesar de que esto llevó al diseño de nuevos aviones de carga como el C-17, el papel del Hércules no ha decrecido. En realidad, se puede decir que mientras no aparezca un reemplazo, el C-130 seguirá volando, ya que ningún otro avión puede cumplir su función. Como transporte táctico, no puede llevar tanta carga como los transportes estratégicos (como el C-5 Galaxy o el C-141 Starlifter), pero su ventaja principal estriba en que puede aterrizar y despegar en cualquier tipo de terreno, en pistas de menos de un kilómetros de largo. Además, gracias a su versatilidad, puede alojar carga extra si se utiliza un sistema especial de cohetes propulsores a los costados de la rampa.

En su papel de transporte de tropas, el C-130 puede acomodar a 92 combatientes o 64 paracaidistas completamente equipados. Para evacuaciones médicas, puede llevar 74 literas para pacientes y dos especialistas médicos. Los paracaidístas saltan de la nave por dos puertas en cada lado de la nave, detrás de las ruedas del tren de aterrizaje. Otra salida es a través de la rampa trasera, especialmente para lanzamientos de equipo más pesado: la rampa es amplia y puede dejar deslizar paquetes de gran volumen y peso con paracaídas adosados. Gracias a esto se diseñaron dos tácticas que fueron vitales durante la guerra de Vietnam (ver recuadro). Sin embargo, para cargas de cierto tipo como vehículos, el avión debe aterrizar para descargarlas con seguridad.

El uso de turbohélices puede parecer anacrónico en la era del jet, pero son motores muy confiables, eficientes, de bajo consumo y además no tienen los problemas de los jets, como por ejemplo la ingestión de aves, polvo o demás inconvenientes que pueden llevar a la destrucción del aparato. Para una nave que suele volar bajo, esto es vital. Los C-130, como todos los cargueros, no tienen defensa y son muy vulnerables a ataques de cualquier tipo. A excepción de casos como el AC-130, las demás variantes solamente cuentan con lanzadores de bengalas y señuelos electrónicos en alas y la proa.

Su pequeño tamaño y economía ayudan también a ser usados en misiones simultáneas. A pesar de que otros tanqueros como KC-135 pueden llevar mucho más combustible, en el caso de que se deban reaprovisionar veinte o treinta aeronaves, los KC-130 vuelan en grupos para permitir que todas salgan recargadas casi al mismo tiempo.

El excelente historial del C-130, unido a todas sus ventajas, hace que sea un avión insustituíble en muchas partes del mundo. Seguramente lo veremos seguir volando durante mucho, mucho tiempo, ya sea en combate o en tiempos de paz.


Variantes

AC-130: el Hercules fue elegido para ser uno de los más curiosos aviones cañoneros de la historia, para usarse durante la guerra de Vietnam. Al principio voló con un esquema tricolor por arriba y negro por abajo, pero a principio de los setentas se pasó a uno totalmente negro, y luego a uno totalmente azul, que todavía continúa usando. Es el avión con cañones más poderosos del mundo, ya que porta una pieza de 105 mm, además de otras calibre 25 mm y 40 mm.

DC-130: se utiliza para lanzar vehículos teleguiados, conocidos como zánganos, que se usan tanto para misiones de reconocimiento en Vietnam como para pruebas de intercepción de blancos con misiles. Llevan un sistema de guía por microondas en su nariz modificada.

EC-130: sirven como sistemas voladores de interferencia de comunicaciones enemigas y reconocimiento electrónico. Algunas subvariantes son el AC-130H "Compass Call", con antenas bajo la popa, el AC-130E "Volant Solo II" con una gran aleta dorsal y una antena subalar en "hoja de hacha", y el E-130Q empleado por la US Navy, con barquillas marginales en las alas y antenas remolcadas que le permiten comunicarse con submarinos sumergidos.

HC-130: con una gran protuberancia redondeada sobre el fuselaje, que lleva un sistema especial de comunicaciones, es la versión de salvamento del Hercules. Antes usaban camuflage gris con una banda amarilla en la cola, luego uno táctico y ahora el Europeo Uno. Pueden aprovisionar de combustible en vuelo a ciertos helicópteros.

MC-130: se dedica al apoyo de las fuerzas especiales, infiltrando y exfiltrando agentes tras líneas enemigas, aprovechando sus excelentes capacidades de aterrizaje y despegue en terrenos cortos y accidentados. Tiene la nariz modificada, como achatada, en donde lleva un radar especial de seguimiento del terreno ya que vuela bajo. Llevan esquemas de camuflaje Europeo Uno o van pintados de verde y marrón oscuros.

LC-130H: opera desde el aeropuerto de Schenectady, y lo usa el 109º Grupo de Transporte Táctico de la Guardia Aérea de Nueva York. Tiene tren de aterrizaje con esquís que le permiten operar en el Ártico.

WC-130: van pintados de blanco con una banda azul en la cola que dice "Weather" ("Clima"), ya que su misión, tanto en los escuadrones de reserva y regulares, es el reconocimiento de las condiciones meteorológicas.

LR-130R: lo usa la US Navy para la exploración de la Antártida, ya que posee un sistema de aterrizaje con esquís. Tiene la cola pintada de rojo, mientras que el resto es gris claro por debajo y oscuro por arriba.

KC-130: se usan como transporte o cisternas voladores. Van pintados de gris y blanco. Vienen en cuatro subvariantes: el KC-130F, desarrollado a partir del C-130B con dos mangueras subalares y tanques adicionales en el fuselaje; el KC-130H es un C-130H muy similar al KC-130R del USMC, exportado a Arabia Saudí, Brasil, España e Israel; el KC-130R tiene un motor turbohélice y capacidad extra para llevar combustible en las alas y el compartimiento de carga; la versión británica es el Hercules C.Mk 1K, con cuatro tanques de combustible y tres mangueras de aprovisionamiento.


Especificaciones técnicas C-130 Hércules

Función primaria: transporte de largo alcance
Planta motriz: cuatro turbopropulsores Allison T56-A-15, cada uno con 4.300 caballos de fuerza
Largo: 29,3 metros
Alto: 11,4 metros
Envergadura: 39,7 metros
Velocidad: 604,4 k/h (Mach 0,57) a 6.060 metros
Techo: 33,000 pies (10.000 metros) con 45.000 kg de carga
Peso máximo de despegue: 69.750 kg
Alcance: 3.770 km con carga máxima; 4.000 km con 11,250 kg de carga; 8.320 km sin carga
Costo de la unidad: básico 22,9 millones de dólares, promedio de las versiones 44,1 millones.
Tripulación: cinco: dos pilotos, navegador, ingeniero de vuelo, maestro de carga.
Capacidad: hasta 92 soldados o 64 paracaidistas o 74 camillas de enfermos o cinco planchas de carga standard.
Fecha de puesta en servicio: abril de 1955.

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